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Consejos para ser un excelente profesional
Los profesionales hondureños se caracterizan por desempeñar un buen trabajo, además por están siempre disponibles cuando de ayudar a los demás se trata. No es de extrañarse que existan muchos trabajadores hondureños excepcionales de los que son recordados en cada lugar por el que pasan, pues siempre logran dejar una huella positiva tanto en la empresa como en sus compañeros. Pero ¿te has preguntado qué hacen estos profesionales para ser diferentes?
Según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OTI), entre el tercer trimestre del 2016 y finales del 2017, los índices de empleo en Honduras experimentaron una leve alza positiva, pasando del 57.5% al 59%. Sin importar el rubro en el que cada profesional se desenvuelva, siempre es posible conocer personas que dejan una marca intachable en su institución, ya sea por su calidad humana, la excelencia de su trabajo o por la mezcla de ambos factores. La verdad es que, en todas las instituciones, siempre hay por lo menos un profesional de este tipo, que nos inspira a ser mejores cada día.
Consejos para ser un excelente profesional
En los siguientes párrafos te daremos tres prácticos consejos para que tú también seas un profesional excepcional.
1. ¿Qué tipo de profesional eres?
Antes de intentar hacer cualquier cambio, por mínimo que este sea, es importante que te cuestiones a ti mismo qué tipo de profesional eres, pues solo así podrás tener claridad de aquellos aspectos que debas cambiar con el fin de convertirte en un mejor profesional. En este sentido, si, tras un análisis detallado te das cuenta de que eres un profesional caracterizado porque no cumple sus horarios de trabajo, pues ahí puedes tomar un punto de partida, proponiéndote ser puntual de ahora en adelante, pues, aunque no lo creas, la responsabilidad que refleja el simple hecho de ser puntual es un paso importante cuando se busca impactar positivamente en los demás.
Así, es sumamente necesario que te autoanalices con el fin de identificar tanto aquello que debes cambiar, con el objetivo de mejorar, como aquellas actitudes positivas que puedes mantener y potenciar. Si este ejercicio se te hace muy complicado, puedes pedir ayuda a tus amigos, familiares o compañeros. Sin embargo, al recurrir a otros, debes estar dispuesto a aceptar las críticas y tomarlas como comentarios constructivos, evitando actuar a la defensiva o, peor aún, tener algún tipo de conflicto con los demás a partir de la experiencia. Recuerda que eres tú quien ha solicitado ayuda, por lo que debes estar en total disponibilidad de recibir los comentarios de los demás, aun cuando no los compartas.
2. Elige los cambios que quieres realizar
De forma realista, has una pequeña lista de cambios que estás seguro vas a poder realizar en el corto y mediano plazo, pues recuerda que los cambios, sobre todo cuando son actitudinales, no se logran de la noche a la mañana. Así, es recomendable que hagas una lista breve de aquellos cambios que crees que puedes lograr. De ser posible, anótalos en un lugar que puedas ver de forma constante, y tengas siempre presente cuáles cambios son los que esperas alcanzar, con el fin de que estos se conviertan en una motivación diaria para ti.
Si deseas que personas cercanas a ti te apoyen, puedes compartir la lista que creaste con tus familiares, amigos o colegas con quienes tengas confianza, para que estos te ayuden a darte cuenta de qué tanto te estás acercando o no a alcanzar tus propósitos. Ten presente que lograr este tipo de cambios requiere un mínimo de tiempo, paciencia y esfuerzo, por lo que es importante contar con apoyo de los demás, para no rendirse cuando parezca que es muy complicado.
3. Haz una comparación del antes y después
Cuando sientas que ya has logrado hacer algunos cambios, puedes realizar otro sencillo ejercicio comparativo que te ayude a visualizar tu avance. En primer lugar, recuerda por qué decidiste cambiar, cuál fue tu inspiración y haz una nueva lista de todas esas cualidades por las que decidiste trabajar. Luego, analiza cómo has implementado los cambios desde que pusiste en marcha tu propósito y haz una lista aparte donde indiques los cambios que, a tu juicio, has logrado. Ahora, consulta nuevamente con tus amigos o colegas, para que te cuenten qué tanto avance han visto en ti, de forma que puedas cotejar sus comentarios con la lista que acabas de elaborar. Así, podrás tener mayor claridad de qué tanto has podido avanzar en tu meta de convertirte en un mejor profesional. Sin embargo, debes tener claro que la motivación principal de estos cambios debe ser genuina y personal, pues solo así podrás esforzarte diariamente por lograr tus objetivos.
Si tus colegas consideran que aun debes cambiar ciertos aspectos, agradece sus comentarios y tómalos en cuenta. Sin embargo, no estás obligado a hacer todo lo que los demás consideren mejor para ti, lo más importante es que te sientas cómodo contigo mismo.
De esta manera, en función de ser un profesional que impacta positivamente a los demás, también puedes poner en práctica los siguientes consejos:
• Sé un buen líder.
• Trabaja en equipo cada vez que sea posible.
• Respeta las opiniones de los demás.
• Cumple con todas tus obligaciones.
• Involúcrate en actividades fuera del horario laboral, como jornadas de voluntariado o celebraciones de oficina.
• Evita a toda costa repetir rumores sobre colegas o superiores.
Poniendo en práctica los consejos anteriores será mucho más fácil que te conviertas en un profesional capaz de influenciar positivamente a los demás. Por ello, te invitamos a realizar una pequeña reflexión que te ayude a identificar aquellos aspectos de tu día a día profesional que puedes mejorar. Recuerda que los cambios que realices a nivel laboral también pueden influir positivamente en tu vida personal, por lo que nunca está de más proponerse algunos cambios para ser mejor.
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