Quiénes somos

De una visión familiar al liderazgo nacional

Lo que hoy conocemos como Avícola El Cortijo, líder indiscutible de la industria avícola hondureña, nació del sueño y la determinación de un visionario: don John Walter Connor, cariñosamente recordado como don Johnny.

Con tan solo ocho mil lempiras —producto de una póliza educativa que su padre había adquirido para sus nietos—, don Johnny inició en 1960 una pequeña cría de pollos de engorde en una casa de campo alquilada, ubicada en lo que hoy es la colonia El Cortijo, en Tegucigalpa.

 Traía los pollitos de un día de nacidos en avión desde Estados Unidos, los alimentaba con concentrado importado y procesaba manualmente unos 400 pollos por semana. Así llegaron al país los primeros pollos procesados y empacados higiénicamente en Honduras.

El sueño creció rápidamente. En 1964 fundó, junto a tres socios, la empresa Incubadora Oak Crest, S. de R.L., para incubar huevos fértiles, marcando otro hito para el desarrollo avícola del país.

Un año más tarde, en 1965, su madre le donó una propiedad en El Loarque (actualmente Germania), donde se asentaron definitivamente. Allí construyó galeras para engorde y postura, una pequeña planta procesadora y una bodega para la fábrica de alimento. Con una visión clara y un préstamo del Banco Nacional de Fomento, comenzó la modernización de la empresa: silos, equipos automatizados y una planta procesadora con capacidad inicial de 3,500 pollos diarios inaugurada en 1967.

En 1968, la granja de Nueva Aldea amplió la capacidad de producción a 170,000 pollos, permitiendo que en Germania se enfocaran en la crianza de gallinas reproductoras de huevo fértil.

A finales de los años 60, la expansión se extendió hasta el Valle de Jamastrán, donde don Johnny cultivó granos durante siete años para fortalecer la cadena de producción de alimento avícola.

Con el inicio de los años 80, y ante la creciente demanda nacional, gestionó un nuevo financiamiento para duplicar la capacidad instalada. Se construyeron nuevas granjas en El Tizatillo, un cuarto de congelamiento en Germania, y se modernizó toda la línea de procesamiento y fabricación de alimentos.

Hoy seguimos creciendo, con la misma pasión

Más de seis décadas después, Avícola El Cortijo continúa siendo una empresa Naturalmente Única, con presencia en todo el territorio hondureño. Nuestro compromiso con la calidad, la seguridad alimentaria y el bienestar de las familias hondureñas se mantiene firme. Cada día trabajamos con pasión para que el mejor alimento llegue a la mesa de cada hogar.

Gracias al legado de don Johnny y al esfuerzo incansable de nuestros colaboradores, hoy somos mucho más que una empresa: somos parte de la historia y el futuro de Honduras.

Misión

Como pioneros de la industria avícola en Honduras, ofrecemos alimentos de alto valor nutritivo con estándares únicos de calidad, entregando a tu familia una experiencia naturalmente única.

Visión

En el año 2025, ser reconocidos por la familia hondureña como la marca líder en calidad, con una amplia cobertura en la distribución de productos frescos que generan alto valor nutritivo.

Valores

• Pasión por la excelencia
• Integridad
• Compromiso
• Respeto
• Lealtad

Prestaciones

• Beneficios de ley
• Afiliación Cooperativa de ahorro y crédito
• Clínica médica
• Ahorro de fondo de personas AFP