Importancia de las capacitaciones profesionales

 

Según el Informe del Mercado de Trabajo, en Honduras el ambiente laboral depende de diversos factores como recursos naturales, humanos y financieros, nivel de inversión que pueda tener, educación, entre otros. Para el 2008, Honduras contaba con 2 millones, 976 mil 918 (2, 976, 918) personas en Edad de Trabajar. Esto representa el 38.7% de la población total del país. 

 

Ahora bien, a pesar de que las oportunidades existen en el mercado laboral de Honduras, hay ciertos aspectos de los que dependen para que estas se puedan desarrollar en su totalidad y de la mejor manera. Entre estos factores se pueden mencionar las políticas de empleo, la inversión, educación y formación de la fuerza de trabajo y el papel de diferentes organizaciones. Ante estos, uno de vital importancia son las capacitaciones constantes que el empleado debe tomar para actualizar sus conocimientos. Este lineamiento entraría, directamente, a contribuir al aspecto ya mencionado: la educación y formación de la fuerza de trabajo. 

 

Para lograr esto, hay diferentes organizaciones en el país que ayudan a brindar ciertos cursos y, de esta manera, se mejora la productividad de la empresa y de Honduras misma. Una de estas instituciones es el Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP) que destina un total de L458, 775,057.67 para fortalecer los conocimientos de los profesionales de la región. Es así como ll INFOP dirige capacitaciones al sector agrícola, sector industria y sector comercio y servicios. 

 

Sin embargo, este es solo un ejemplo concreto de una entidad que emite capacitaciones o cursos. En Honduras, hay muchos lugares más que también poseen todas las herramientas para brindar enseñanzas y aportar al conocimiento de los trabajadores. 

 

Es así como en Honduras, para el 2008, la institución pública de Honduras capacitó a 153 mil 352 profesionales, de los que el 52% fueron mujeres y el 48% fueron hombres.  De igual manera, se especifica que, de estos, los trabajadores con mayor número de capacitaciones fueron los de la región noroccidental con un total del 50.4% y los de la región central con 33.6% de los más de 150 mil empleados. En las fuentes oficiales se asegura que se les da más énfasis a estas zonas debido a su cantidad de personas y porque estas poseen una actividad económica muchísimo más amplia que las demás. No obstante, es importante mencionar que las otras zonas también contaron con cursos para sus habitantes. 

 

Otro dato importante por mencionar es que los departamentos con mayor cantidad de capacitaciones es el sector comercio y servicios con un 66.1% del total de los cursos proporcionados. Por su parte, el sector agrícola está en segundo lugar con 19.4% y en tercero se encuentra el sector industria con 14.4%. Esto se debe a que las áreas comerciales de Honduras son muchísimo más grande que las demás y, por lo tanto, sus empresas invierten más en sus profesionales. 

 

 

Es probable que muchas empresas no se preocupen por capacitar a sus empleados. Sin embargo, es importante mencionar que este fenómeno de no brindar cursos sucede solo porque las instituciones no se han percatado del real beneficio que puede traer esta iniciativa en el equipo de trabajo. Los expertos han demostrado que las capacitaciones están fuertemente aliadas con el cumplimiento de objetivos. Aseguran que una empresa que dé oportunidades como estas ayuda directamente a la organización misma al brindarle más herramientas para alcanzar las metas. 

 

No obstante, en primer lugar es importante conocer qué es una capacitación y cuáles son los pasos que se deben seguir para ejecutarlas. Ante esto, una capacitación es un estudio o curso extra que un empleado toma de su área de trabajo o en algún tema que esté relacionado. Estas siguen como objetivo principal mejorar los conocimientos, competencias y habilidades de las personas. 

 

Las opciones para ejecutar una capacitación son tres:

• La organización se responsabiliza de todo gasto económico. Para esto, la empresa busca la mejor opción de un curso que le beneficie que su empleado tome. 
• El empleado cubre todo gasto. Muchos trabajadores siempre quieren estar a la vanguardia de todo conocimiento y ellos mismos optan por tomar cursos adicionales. 
• La inversión se reparte entre las dos partes. Muchas empresas brindar a sus trabajadores la opción de proporcionar una parte de la inscripción de una capacitación y los empleados deberán asumir la otra parte. 

 

Ahora bien, la decisión de ejecutar una capacitación no se debe tomar a la ligera. Para poder hacerlo, hay ciertos pasos y aspectos que tanto empleados como organizaciones deben tomar en cuenta. Entre ellos están: 

 

 

 

Después de que ya se ha tomado la decisión de que se tomará una capacitación, es necesario que la compañía y el trabajador definan qué tipo de curso es la mejor opción tomando en cuenta las necesidades planteadas. Para esto, los expertos recomiendan los diferentes grupos:

 

• Capacitación para el trabajo. El objetivo de esta es inducir al empleado ante una nueva actividad o función. En estas, por lo general, lo que se hace es brindarle todas las herramientas necesarias para que esta persona pueda ejecutar de la mejor manera y sin la menor cantidad de errores una tarea en específico. Estas, a la vez, se dividen en otras opciones: 
• Capacitación de preingreso. Estas se dan en menor grado que las de inducción, pero son pequeñas charlas que se dan a los candidatos antes de elegirlos a un puesto. El objetivo de esto es buscar en pequeñas actividades ciertas habilidades trascendentales en el empleado para verificar si podría o no rendir en el puesto. 
• Capacitación de inducción. Estas se otorgan a personal nuevo en la empresa. En estos cursos se les da una pequeña introducción al empleado de las destrezas y programas necesarios para ejecutar todas las tareas dentro de la compañía 
• Capacitación promocional. El objetivo de esto es que el profesional pueda alcanzar otro puesto dentro de la misma empresa, pero con mayor orden jerárquico dentro de la estructura interna. En muchas ocasiones se necesita de personas con mayor cantidad de conocimientos y habilidades específicas y las compañías prefieren confiar en personal interno para ejecutar estos roles. Es por esto que lo se hará es dotar a la persona de las nuevas técnicas que tendrá que ejecutar para la ejecución de sus tareas en el nuevo puesto. 
• Capacitación en el trabajo. Este es el tipo de cursos más comunes dentro de las instituciones hondureñas. El objetivo es aumentar la eficiencia y rendimiento del equipo de trabajo en tareas que ya realizan, pero necesitan de mayor productividad. Para estas, por lo general, los empleados ya tienen al menos un indicio del tema a tratar y lo que se buscará es perfeccionar esa técnica o aumentar conocimientos al respecto. 

 

Estas capacitaciones se dividen por momentos específicos de la vida profesional de un trabajador en la empresa. Por lo general, los encargados de recursos humanos ya cuentan con personal o empresas específicas que las brindan (principalmente las primeras dos grandes categorías). Lo importante aquí es que estos tres tipos de opciones ayudarán, en su tiempo en concreto, a que la organización alcance las metas de una mejor manera y en menor cantidad de días.

 

 

Brindar un entrenamiento es muchísimo más provechoso de lo que se imagina. Para esto, tanto la compañía como la persona deben verlos como una inversión y no como un gasto. Aquí es importante mencionar que esta no será solo económica, sino que también se da en cuanto a inversión de tiempo y de habilidades. 

 

Con las capacitaciones, es claro que se da una relación evidente de ganar-ganar entre ambas partes. Es así como gana el trabajador al volverse un profesional muchísimo más competente y, de igual manera, gana la organización al mejorar de manera interna y externamente. Ante todo esto, los expertos aseguran que hay una serie de beneficios que se pueden obtener al utilizar herramientas como estas, entre los que están: 

 

• Aumento de la productividad de la empresa. Con las capacitaciones, la compañía se vuelve más competente en el mercado y esto le ayuda a mejorar su posicionamiento. 
• Se alcanzan las metas de manera más rápida. Ya se ha mencionado que estos cursos brindan herramientas a los empleados. Todo esto ayudará a que ellos alcancen sus metas establecidas de manera más efectiva y en menor tiempo. De hecho, hay estudios que aseguran que un empleado rinde hasta 75% más después de una capacitación. Es decir, la actividad que se ejecutaba en un promedio de 5 horas. 
• Mejorar el clima laboral. Cuando un empleado está en constante capacitación percibe que su empresa se preocupa por su formación y esto genera un buen ambiente. Al final, estas acciones son un efecto dominó pues se empieza a reflejar en diferentes aspectos internos de la organización.
• Aumentar la motivación en el trabajador. La persona se siente una persona en la que su empresa cree e invierte. Esto, por lo general, hace que él o ella se sienta más motivado y lo ayuda realizar su trabajo de manera más eficiente. 
• Mejora en su imagen externa. Si una empresa se encuentra bien internamente, esto se verá reflejado con sus clientes. Pues, con las capacitaciones, se mejora los servicios que se brindan a los públicos (en las diferentes áreas). 

 

De igual manera, la recomendación es que las capacitaciones se ejecuten de manera periódica. Es decir, que no sea solo una opción que se ofrece solamente una vez. Para esto, se sugiere tener planes de cursos o entrenamientos necesarios y tenerlos previamente estipulados en los presupuestos corporativos. 

 

Por último, se asegura que lejos de generar pérdidas en una empresa, esto genera muchas ganancias interna y externamente. Es por razones como estas que las organizaciones hondureñas deben preocuparse cada vez más por brindar estas oportunidades a las personas de sus equipos. Si bien es cierto es un “gasto” que se debe efectuar, lo importante es que esto se vea, ante todo, como un beneficio directo a la organización en todas sus líneas.